Un blog personal sobre el carril bici que une Tres Cantos con Madrid y Colmenar Viejo.

lunes, 25 de octubre de 2010

El último gordolobo

Quien sigue este blog sabe, si hace algo de memoria, de mi afición por los gordolobos, que lejos de ser unos lobos que se hartan de comer, son una plantas de flores amarillas que se encuentran por doquier en tierras castellanas, incluyendo el carril bici. Me encanta verlos mientras corro.



La flor de la foto es una de las últimas que se pueden ver por el carril bici. Está cerca de las encinas de la mitad del camino, y la foto es del 21 de octubre. Para ser una flor de junio, llama la atención que a finales de octubre aún quede alguna aguantando hasta el último momento.

Me encanta el aspecto que tienen estas plantas. Son bianuales. El primer año se lo pasan con la pinta de una especie de lechuga rara de hojas gruesas y aterciopeladas. En esta fase de su vida, llaman poco la atención y rara vez uno se fija en ellos. Tienen esta pinta:



Durante su segundo año al principio pasan desapercibidos, pero al final de la primavera crecen vertiginosamente sacando a relucir un montón de flores amarillas. Tras el verano, van secándose poco a poco y sin que uno se dé cuenta, los gordolobos que están en su segundo año desaparecen. Bueno, en realidad, aunque ya sin vida, no desaparecen físicamente, muchos quedan ahí incluso hasta el año siguiente, secos, de pie, como una especie de planta-zombi de color marrón oscuro que se confunde con los arbustos y en la que uno normalmente no repara.

Con las hojas de los gordolobos jóvenes (los que están en su primer año) se puede hacer té de gordolobo, pero como la planta es tan abundante nadie lo vende en el supermercado y consecuentemente nadie toma té de gordolobo. Así que paradójicamente, está por todas partes pero por los milagros de la mercadotecnia, nosotros nos tomamos un té hecho con hojas que se traen del otro lado del planeta (situación muy parecida que se da con las acículas de pino, que además al parecer tienen vitamina C y todo). Por cierto, si os apetece haceros un té de gordolobo, deciros que es mejor coger las hojas del interior del "cogollo" (hay quien dice que las del exterior dan pesadillas, mientras que las del interior ayudan a dormir, pero yo no lo he observado), y hay que lavarlas bien (especialmente si cogéis de las del carril bici, porque después de un año al lado de la M-607 cogen mucha guarrerida de los coches).

lunes, 18 de octubre de 2010

XXX carrera del CSIC

Bueno, parece que poco a poco voy calentando motores y voy cogiendo ritmo en lo que a esta faceta de mi persona se refiere. Esta semana he corrido 40km, he mejorado mi marca de la temporada para los 10K (lo cual no era difícil, pero oye, todo está en ir mejorando poco a poco), y me he recuperado rápido de un trancazo bastante gordo de la semana pasada.

Incluso estoy empezando a controlar lo que como nuevamente (pero no tanto como el año pasado) y parece que la cosa va funcionando porque me he puesto por debajo de los 80kg. Teniendo en cuenta lo que uso la bici y lo que corro, está claro que si todavía ando lejos de los 70kg que me he propuesto pesar alguna vez en mi vida, esto se debe únicamente a que soy un glotón de campeonato. Vicio que comparto con Cosme, mi perro (aunque no comamos las mismas cosas), del que os hablaré en otra entrada.

Pero vayamos al grano: hoy he participado en la XXX carrera del CSIC. A pesar de lo que las tres equis puedan sugerir a algunos guarretes, esta es una carrera muy decente. Para mí empezó un poco antes que para los demás por el simple hecho de que hasta 50 minutos antes de que empezara yo estaba en Tres Cantos convencido de que la carrera comenzaba a las diez. Y no, comenzaba a las nueve. Así que el calentamiento vino de propina.

Como ya he dicho, mejoré mi tiempo de los 10K, lo hice en 48:20, es decir, 1:40 menos que hace dos semanas. Teniendo en cuenta que mi objetivo es conseguir correr los 10K en 43:30, aún estoy bastante lejos. Y lo que está claro es que mi principal rival son los 10kg de grasa que me llevo a todas partes, así que voy a tener que empezar a priorizar por allí si quiero ir mejorando.

Probablemente a la mayoría de vosotros estas vicisitudes no os digan gran cosa, pero sólo quiero decir que aunque no se trate de grandes proezas, me hace sentir tremendamente bien el hecho de que poco a poco vuelvo a las andadas, después de una primavera y un verano sin apenas hacer deporte.



Esta foto la tomé después de la carrera. Pero si queréis ver muuuchas más fotos, no os perdáis el Ricón del Korrecaminos, donde Raúl (el correcaminos en cuestión) ha tenido el DETALLAZO de sacar 331 fotos de la carrera para que nosotros las veamos por la feis. Yo no me he encontrado, pero si me veis por allí, avisadme. Por cierto, desde aquí le deseo a Raúl una pronta recuperación para que en vez de sacar fotos se dedique a correr, que es lo suyo.

¿Mi próxima carrera? Los 10 km de la XII Carrera de Otoño, que es el proximo 7 de noviembre en Tres Cantos... ¡claro!

domingo, 3 de octubre de 2010

GambiaRace: el desenlace

Como ya comenté ayer, hoy participé en la GambiaRace, una carrera que además de enseñarnos algo de geografía africana, sirve para que la gente se anime y apoquine los cuartos que tanto le hacen falta al principal hospital de dicho país.

¡Al final no se me dio tan mal la carrera! No sé cuál es el tiempo oficial o el del chip, pero el supercronómetro de mi Nokia me dice que tardé 49:58.94, o sea que un segundo por debajo de los 50 minutos. Yo ya le decía a mi compañera que estaría contento si bajaba de 52. Ahora ¡a ver si lo mejoro en la carrera del CSIC!

Había muy buen ambiente, y los servicios de cualquier carrera seria: baños, guardarropa, etc. Aquí hay una foto que saqué con el móvil con el ambientillo precarrera:



Una cintita de color que había que ponerse en la pulsera era nuestra declaración de intenciones. A los que decían que iban a tardar menos de 45 minutos, les daban una cinta de color naranja (creo), a los que decían que iban a tardar entre 45 y 50 minutos les daban una verde. Y a los que no pensaban poner el turbo ni así les viniera el chucho de los Baskerville pisándoles los talones, a aquellos se les daba una cinta de color rosa. Yo, viendo la botella medio llena, me cogí la cinta verde.

Al parecer la policía municipal no daba el visto bueno para que pudiéramos empezar a correr, y tardamos un poco en que nos dieran permiso para salir escopetados. El pobre chico que estaba al micrófono ya no sabía donde meterse, pero aguantó el tipo. Aquí hay otra foto de los minutos de espera:



La carrera, que era por la Casa de Campo, tenía una parte de asfalto y otra sobre tierra, por lo menos para los que hacíamos la de 10km. Los que corrían la mitad, se dividían en un cierto punto del recorrido y luego en los últimos kilómetros, cuando volvíamos a confluir con ellos, encontrábamos a los más tranquilos (con carrito de niño, etc).

Una cosa que me descentró un poco fue que no había, o no vi, marcas kilométricas. Así no se puede saber si uno va bien o no. Pero bueno, tampoco es algo grave.

En la carrera había por lo menos un corredor no humano. Por su tamaño no se puede decir que fuera el mencionado chucho de los Baskerville, desde luego, pero sí que es cierto que corría que se las pelaba el muy HdP. En esta foto vemos el momento exacto en que me hizo morder el polvo:



Ahí donde le veis iba muy ufano, con aire de «aquí estoy porque he venido». No le volví a ver el pelo hasta el final de la carrera. Oye, que si hubiera sido un perro grande se comprendería, pero ¡que alguien con las patitas tan cortas te gane en una carrera de 10 km tiene tela, eh! En todo caso, me alegró que su dueño tuviera el detalle de llevar a su mascota a correr. Es lo que más alegría le puede dar al animal.

Al final de la carrera empecé a ver que algunos (no muchos, pero algunos) de los que me adelantaban tenían la cinta de color rosa, es decir, que pensaban que iban a hacer la carrera en más de 50 minutos. ¡Me estaba acercando a la zona peligrosa! Pero en menos de lo que pensaba empecé a ver el lago y a escuchar al comentarista de la meta. Y con gran alegría vi que mi tiempo era mejor del que esperaba. ¡A ver si bajo de peso para aspirar a correr por debajo de los 45 minutos!

sábado, 2 de octubre de 2010

La primera carrera de la temporada: Gambia Race

Pues sí, me perdí la de Madrid corre por Madrid, pero me he apuntado a la carrera de 10 km de Gambia Race. Además, tiene el aliciente de que el dinero se va a destinar íntegramente al principal hospital de Gambia, un pequeño país africano rodeado por Senegal con un sistema sanitario en apuros.



Los organizadores de la carrera dicen que no tienen experiencia en la organización de este tipo de eventos. Y lo cierto es que por ahora me están dando muy buena impresión; de hecho, mejor impresión que otras carreras organizadas por profesionales. No creo que los organizadores lean mi blog, pero si alguno me encuentra, ¡buen trabajo! Mañana veremos a ver qué tal. Pero ¡es emocionante ver a gente con tanta iniciativa!

Eso sí, si gano yo... es que hay tongo, jeje. La verdad es que no tengo grandes esperanzas de hacer un tiempo estupendo (recuerdo con añoranza la carrera de Rivas en la que bajé de 45 minutos, aunque allí pesaba yo 73 kg; citando a Risco, «pesar menos de 80 kilos es doping»). Añadido al hecho de que he empezado a entrenar el mes pasado, hoy me he levantado con el tendón de Aquiles hecho polvo, y no sé por qué, ya que no corrí ni el jueves ni el viernes y ayer estaba bien. Misterios del cuerpo humano. Excusas, excusas... pero el hecho de haberme apuntado a una carrerita de 10 kilómetro ya me anima de por sí.

Noticias sobre el reto chocolatero

Por cierto, los que se apuntan al reto chocolatero (es decir, aquellos a los que tendré que invitar a un chocolate con churros/porras si no consigo alcanzar los tres mil kilómetros con mi bici Rocinante antes de que acabe enero) son los siguientes:

* José Sen-Sey
* Verdinha
* Oli
* Margoth (que no tiene blog conocido, pero que se le perdona por haberse apuntado a la carrera de mañana)
* Jota

A ver qué pasa. De momento llevo ya casi un sexto de lo que debería tener hecho (algo que se puede ver más o menos actualizado en la columna de la derecha).