Un blog personal sobre el carril bici que une Tres Cantos con Madrid y Colmenar Viejo.

martes, 28 de febrero de 2012

Procesionarias tricantinas

Hay señales inequívocas de que se está acabando el invierno y que empieza la primavera. Una de estas señales es el florecimiento de los almendros, del que ya se habló el año pasado.

Otra señal interesante es que deja de llover tanto (al menos hasta abril), aunque la verdad es que este año me he quedado con la impresión de que el otoño se ha juntado con la primavera. Yo mentalizándome de que me tocaba mojarme... y resulta que nada, ni cuatro gotas han llegado a ser. Está claro que el agua es muy valiosa, y también lo tienen claro quienes desean privatizar el Canal de Isabel II (algo que quizá aún se pueda cambiar aportando un granito de arena este fin de semana que viene).

Pero, publicidades subliminales aparte, centrémonos en el tema de esta entrada de hoy. En esta ocasión me he fijado en una de esas señales de que andamos a finales de febrero (y no me refiero a la factura de la calefacción): las procesionarias, Thaumetopoea pityocampa para los pedantes, y para los más prácticos, esas curiosísimas oruguitas que salen de sus nidos para desplazarse en fila india. Al parecer no se sabe a ciencia cierta por qué van todas juntas así. Yo imagino que será para que los pajarracos se piensen que se trata de un bicho más grande y menos interesante para comer (como una culebra de las que también hay por el carril bici, por ejemplo). Interesante es saber que, según parece, la primera de la fila dará lugar posteriormente a una hembra. Probablemente sea porque en esta especie los machos se desentienden de llevar la responsabilidad de guiar al grupo. No es algo raro eso de que los machos eludamos responsabilidades, por ejemplo en nuestra especie sucede en lo que se refiere a la responsabilidad de cambiar los pañales del niño (y si no fijaros como, en pleno siglo XXI, todavía hay muchos establecimientos que tienen el cambiador exclusivamente en el aseo femenino; mismamente en Tres Cantos conozco un sitio de esos, en el Centro Comercial La Rotonda, en un restaurante que pertenece a una conocida cadena en la que predomina el color rojo...).

Volviendo a las procesionarias, que con tanta cháchara las habíamos dejado un poco de lado, decir que me da mucha pena cuando las veo pisadas y aplastadas. Pasa a menudo en el carril bici durante el amanecer o el atardecer, que es cuando pasan ciclistas y corredores por ahí y las procesionarias andan de procesión.

El otro día me fijé en un grupo que andaba por ahí al atardecer y les lancé esta fotito, que, como siempre, podéis ver ampliada si pincháis encima:



Y como es tarde, voy a concluir esta entrada, no sin pedir disculpas por la brusquedad de la despedida y los desvaríos múltiples.

martes, 21 de febrero de 2012

A golpe de michelín

Si sois observadores, habréis visto que he cambiado la descripción del blog.

La anterior estaba ya algo gastada. Arreglarla me costaba más que comprar una descripción nueva, algo muy habitual en estos tiempos de consumo que corren... Desde el principio hasta hace algunos meses clamaba:

«Unas veces soy ciclista, otras corredor, según el día. Al empezar mi doctorado, me he ido a vivir a Tres Cantos con la idea de usar a diario el carril bici que une Colmenar Viejo con Madrid para ir a trabajar al Centro de Biología Molecular, en la Universidad Autónoma. En este espacio trato de transmitir mis impresiones.»


Más tarde, cuando el conjunto de mi laboratorio se mudó al CNIC, tuve que hacer un añadido custodiado por dos fornidos paréntesis:

«(Actualización de 2012: ahora trabajo en Chamartín, pero sigo yendo en bici desde Tres Cantos... al fin y al cabo, ¡sólo tardo quince minutos más que en tren!)»


Pero me daba problemas. Se caía continuamente, y día sí día también, tenía que sujetarla con cinta a adhesiva o pinzas para que aguantara.

Así que me fui a una tienda de descripciones de blogs que me habían recomendado. Les pedí presupuesto para una descripción nueva y me ofrecieron una de oferta que ponía:

«Sí, se puede trabajar en Madrid, vivir en Tres Cantos e ir al trabajo en bici diariamente (de hecho, sólo se tarda un cuarto de hora más que en tren). Y algunas veces incluso se puede hacer corriendo. Aquí narro mis aventuras por el carril bici que acompaña a la M607, y que recorro dos veces cada día.»


Estaba tirada de precio, y estuve a punto de llevármela. Pero como dicen que lo barato sale caro, preferí esperarme por si encontraba algo mejor, no fuera que esta también empezara a caerse.

E hice bien, porque rebuscando en el mercadillo de ideas de los domingos, di con esta que me encantó:

«Aventuras de un tricantino que va a trabajar a diario a Madrid usando sus michelines como único combustible.»


Así que para disfrute de todos los lectores, la he colocado ahí arriba.

lunes, 13 de febrero de 2012

Pedaleantes por el mundo (II) - México

Mi amigo Oli ha hecho recientemente un espectacular viaje por América (que podéis consultar en su totalidad en silencioseviaja.com). A modo de corresponsal para «Por el carril bici desde Tres Cantos» en México DF (conocido por algunos como "Ciudad de Méjico", por aquello de la "j" que sería la herencia del reajuste fonético que sufrió nuestra lengua en el siglo XVII), Oli me mandó noticias y fotos de ciclistas urbanos (y ciclistas domingueros) de dicha ciudad.

Estupendo material para una entrada de la sección de pedaleantes por el mundo.

Por lo que me cuenta Oli, esta ciudad, una de las mayores urbes del planeta, parece no tener aún mucha cultura de bici. Muchos ciclistas hacen sus recorridos por las aceras en lugar de emplear la calzada (un poco como hacen muchos en España, lamentablemente).

Sin embargo, los domingos por la mañana se cierran los carriles centrales del Paseo de la Reforma (la Castellana mexicana), y se prestan bicis gratuitamente, con lo que muchos defeños (gentilicio empleado para la gente de la capital) se animan a pedalear un rato.

Aquí tenéis algunas fotos del evento:





El servicio de préstamo gratuito es hasta las 16:00, pero el Paseo de la Reforma está cerrado al tráfico motorizado sólo hasta las 14:00. Con el servicio de préstamo viene incluido el casco (desconozco si será obligatorio ahí), y además hay puestos de reparación en cada glorieta (na menos). Los domingos también se pueden llevar bicis en el metro.

Con esto intuyo que el ciclismo dominguero está muy bien cuidado en esta ciudad.

En cuanto al ciclismo urbano, desconozco de primera mano cuál será la realidad, pero nos comenta nuestro corresponsal que al parecer el alcalde y concejales de la ciudad están obligados a ir al menos un día a la semana en bici a su trabajo (¡guau!).

Oli también nos manda esta foto:



Desconozco si la virgencita estará ahí como cortesía del servicio de préstamo, para dar suerte en los puntos negros del recorrido, o si es simplemente porque quien instauró el servicio es muy religioso, pero no deja de llamar la atención para alguien de este lado del charco.

Por último, comentaros sobre el servicio de alquiler de bicis de la ciudad. Se llama ECOBici, y tiene esta pinta:



Que como dije, es gratuito los domingos por la mañana. Por lo visto los defeños no se toman a la ligera los robos de bicicletas, lo cual está muy bien. Aunque tienen métodos un tanto curiosos para disuadir a los cacos. A los que pillan, tratan de hacerles famosos poniendo su careto en lugares bien visibles, como aquí: