No se pide nada, ni se protesta contra nada, ni, a pesar del nombre, se critica nada (lo que no quita que individualmente los asistentes tengan sus opiniones y puntos de vista sobre cómo funcionan o deberían funcionar ciertas cosas). Tampoco es el objetivo bloquear las calles, si bien cuando somos muchos esto puede llegar a suceder (de la misma forma que todas las mañanas entre semana coinciden muchos coches en las salidas de Tres Cantos, bloqueándolas involuntariamente), pero generalmente, y siempre primando las condiciones de seguridad, se hace hueco para que puedan pasar los vehículos que comparten la calzada con las bicicletas. Simplemente se pedalea disfrutando del derecho a usar la bici como medio de transporte.
Aunque en Tres Cantos nunca he visto a nadie participar con monopatín, ni con patines, ni corriendo, sí que lo he visto en otras masas críticas como la de Dublín o la de Madrid. De hecho, la bici crítica está abierta a cualquier forma de transporte no contaminante.
Este mes tendrá lugar el próximo martes 12 de junio. Por mi parte, si no hay ningún imprevisto, lo más seguro es que también vaya.
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