Un blog personal sobre el carril bici que une Tres Cantos con Madrid y Colmenar Viejo.

martes, 7 de julio de 2009

Y llegó Rocinante

Me quedé con la espinita clavada el otro día cuando, jugando a cara o cruz, perdí la oportunidad de comprar a Rocinante. Ya no tenía mucho sentido llamar Rucio a la bici de montaña que me compré. Pero seguía con ganas de probar una bici de carretera. Así que estuve buscando un poco en segundamano.es, y di con otra bici de origen getafeño cuyo currículum cumplía las condiciones para cubrir la vacante de Rocinante.

Rocinante, como sabe todo hablante de español que se precie, era el caballo de Don Quijote. Así lo presentaba Cervantes en el primer capítulo:

«Fue luego a ver su rocín, y, aunque tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de Gonela, que tantum pellis et ossa fuit, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro ni Babieca el del Cid con él se igualaban [...] y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante: nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo.»


Por lo tanto, Rocinante tenía que ser flacucho y vejete. ¡Y esa es la bici que encontré! Aquí está su foto:



Aunque lo cierto es que a pesar de tener unos veinte años, según me dijo quien me la vendió, sigue estando en perfectas condiciones; su anterior dueño tuvo el gran detalle de cambiarle las ruedas, que eran las que más se habían resentido por el inexorable paso del tiempo.

Y claro, ahora Rucio sí que es Rucio. Estupenda pareja para mis aventuras en esta zona del mundo tan cercana a La Mancha cervantina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola
Que chido que le pusiste ROCINANTE