Uyuyuy qué miedito me da la báscula

Esta quinqueta ha sido un auténtico desastre. Aún no ha terminado, pero vamos, que se ve venir. Ya veremos el palo que me va a dar la báscula la próxima vez que me ponga encima (que toca este sábado).

Analicemos la situación por partes:

1) ni he hecho bici (tenía que ajustar los frenos de Rucio y arreglarle un radio a Rocinante... vamos que todo son excusas, porque se arreglan en diez minutos, pero no sé si me daba más pereza arreglar la bici por la noche al volver del laboratorio, o levantarme diez minutos antes por la mañana),

2) ni he corrido (con eso de que cogía el autobús por lo de la bici, ya lo cogía también para volver),

3) ni he hecho fondos (puf),

4) ni na' de na'.

Para encontrar alguna buena noticia hay que recurrir a campos extradeportivos (por ejemplo, ¡por fin he terminado el máster de biofísica que estaba haciendo!).

Por otra parte, la nutrición sólo se habría empeorado si hubiera ido al "Burrequín". He estado subsistiendo a base de bollos y cafés de máquinas expendedoras de "alimentos" (con comillas, porque según la Real Academia alimento es el «conjunto de cosas que el hombre y los animales comen o beben para subsistir», y yo no creo que se pueda subsistir mucho con esas cosas).

Lo que más rabia me da es que la primavera ha llegado de golpe y me he perdido los cambios que eso implica en la naturaleza. De pronto, hay flores por todas partes, y el invierno es historia. Ya no falta mucho para que los gordolobos llenen los campos con sus flores amarillas.

En fin, que vendrán quinquetas mejores, pero ya os iré contando ;)