Un blog personal sobre el carril bici que une Tres Cantos con Madrid y Colmenar Viejo.

miércoles, 24 de junio de 2009

Corriendo entre gordolobos

No, no es la segunda parte de Bailando con lobos ni una competición de huskies sobrados de peso. Se trata de mi nuevo pequeño descubrimiento. Quien haya mirado mi lista de objetivos habrá visto que mi objetivo #38 es aprender a identificar plantas, flores y árboles. Sin embargo es un objetivo que tenía un poco descuidado y hoy he querido darme el lujazo de buscar por ahí a ver qué encuentro.

Hace ya un mes o así que me he fijado en unas plantas que han surgido de la nada, a millares, por la zona de El Goloso. Me ha llamado la atención, porque tienen un montón de flores amarillas en la parte superior que se agrupan en densos racimos que apuntan hacia el cielo, dando la impresión de que la zona ha sido repentinamente poblada por "cohetes". No pasaron desapercibidos, ya que tienen un metro de altura.

Como no me gusta pararme mientras corro, no las he mirado con detenimiento, pero sí que he visto que las florecitas tienen cinco pétalos y que las hojas son enteras y lanceoladas (todo esto me recuerda a las clases de botánica que me daba mi madre).

He aquí el paisaje a la altura del km 4, SRTC:



Pues bien, me puse a buscar, y me costó un poco encontrarlos. Al principio busqué un buscador (perdón por la redundancia) de plantas, de esos que te preguntan cómo es la flor y cómo es la hoja. Encontré algunos (como este inglés) que al final no fueron de mucha ayuda, probablemente también porque no sé mucho de la planta. Así que me puse a buscar entre las imágenes de google, poniendo características de la planta, y en un ratito di con ella con esta búsqueda, que me llevaba a esta página ¡de Arkansas!... Y yo que buscaba una página bien castiza que me dijera lo que hay aquí al lado...

Y así es como descubrí que se trata de Verbascum thapsus, también conocido cono verbasco o, como ya he dicho, gordolobo. He aquí una foto más de cerca del prota de hoy:



Pero, como decía Melville Feynman (el padre de Feynman), hay que conocer la diferencia entre saber el nombre de una cosa y saber algo de esa cosa. Ahora sé el nombre, lo cual me permite tirar del hilo para saber que son plantas bianuales (o sea, que antes de dar ese color amarillo al paisaje de El Goloso, se habían pasado todo el año pasado en plan planta pequeñaja), y que se utiliza como remedio para el asma. ¿Será por eso que este año el asma no me ha afectado tanto como otras veces?

Pero lo más interesante es descubrir las cosas por uno mismo. Por ejemplo, no deja de llamar la atención que una planta tan alta (algunos seguro que llegan al metro y medio) sea una herbácea. De hecho, para ser un arbusto tendría que tener el tallo sólido como una maderita, lo cual no es el caso.

Es muy interesante ver cómo va cambiando el paisaje a lo largo del año. Fue muy interesante, por ejemplo, el día en que florecieron los ¿almendros? que hay hacia el km 5, SRTC, desvelando su inequívoca identidad con aquellas flores blancas. Sucedió entre la última semana de febrero y la primera de marzo.

Estos cambios no se perciben cuando uno corre en ciudad (o por lo menos no con esta intensidad). Estoy encantado de tener la suerte de poder ir al trabajo en este medio. Si fuera en autobús, o si viviera en Madrid, no tendría esta posibilidad.

2 comentarios:

Risco dijo...

Te he vuelto a ver.
Seguro que eras tú, chaleco y mochila azul.

Eynar Oxartum dijo...

Jeje, ya me tienes fichado. Si un día vas con calma sácame una foto y me la pasas ;)