Un blog personal sobre el carril bici que une Tres Cantos con Madrid y Colmenar Viejo.

sábado, 26 de marzo de 2011

El reto heladero

Los seguidores habituales del blog ya habrán reparado en que aquí arriba ↑↑↑, encima de estas entradas, además de indicar el tiempo en Tres Cantos, se indica el peso del autor del blog. Al contrario de lo que sucede con el tiempo meteorológico, el peso, que está indicado por un simpático caracol, no es una predicción, sino que es un dato real y debidamente medido.

También habréis visto que hace ya tiempo que el caracol anda atascado en el lado izquierdo de la barra (una barra que originalmente estaba entre 80 y 70, pero en la cual las circunstancias han empujado al caracol aún más a la izquierda).

Pues bien, ya va siendo hora de cambiar esto.

Y ahí es donde entráis vosotros, ¡porque se declara desde este momento el Reto Heladero! Veamos en qué consiste:

1) dado que una forma sana de perder peso es haciéndolo a ritmo de medio kg a la semana, y dadas las semanas que hay entre hoy y este verano, se instaura un peso objetivo menor o igual de 72.5 kg que tendrá que alcanzar el autor de este blog para la fecha sábado 30 de julio.

2) si el autor del blog no lograra alcanzar este objetivo, entonces (atención) se compromete a invitar a helados italianos en la pizzería Mamma Mia (en Tres Cantos) para el sábado 6 de agosto a todo aquel que deje un comentario en esta entrada antes del sábado 2 de abril.

3) si por otro lado, el autor del blog sí consiguiera su objetivo, comentaristas y autor irán a tomar dichos helados al mismo sitio el sábado 6 de agosto, pero sin obligación por parte del autor a invitar a los comentaristas.

Dicha pizzeria se halla en el lugar que indica el mapa


Ver en un mapa más grande


Y para recordar retos pasados, aquí os dejo con una foto del chocolate de la chocolatería de Vallecas, el día de la celebración del Reto Chocolatero.



Nota posterior: en mi euforia preparando el reto, no había caído en la cuenta de que el 6 de agosto puede haber muchos participantes potenciales que no están por Madrid. Si este fuera el caso, lógicamente se pospondrá el día de tomar el helado a algún otro sábado de septiembre, tanto si el autor tiene que invitar como si no.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Mi media maratón de Villalba

Hace unas dos semanas (el pasado seis de marzo) participé en la media maratón de Villalba. Como ya anuncié, iba a ver si mejoraba mi mejor tiempo, que estaba en un elevado 1:50:33. Me levanté antes del amanecer, y llevando mis michelines a cuestas (últimamente peso por encima de 80 kilos, como indica el caracol de arriba), me puse las nuevas zapatillas de correr y me dirigí al cercanías. Por cierto, ya que hablo de ellas, aquí os presento mis nuevas zapatillas:



No sabía si comprarme unas Asics o unas Mizuno, y al final tras probar ambas me decidí por estas últimas.

Volviendo a lo que os contaba, decir que la carrera estuvo muy bien organizada. El día anterior a la carrera me enviaron un correo diciéndome mi número de dorsal, con lo que ahorré tiempo el día de la carrera. Los trámites para coger el dorsal fueron muy rápidos. Luego durante la carrera, había tres ciclistas y tres corredores que marcaban, por parejas, los tiempos a los que iban a terminar la carrera, 1:30, 1:40 y 1:50 (este último de color naranja). Dado mi mejor tiempo hasta entonces, mi objetivo era llegar antes que el globo naranja.

Al principio de la carrera el ciclista y el corredor del globo naranja salieron bastante rápido, pero yo miraba en mi móvil-cronómetro y veía que iba a un buen ritmo para la ocasión, por debajo de 5 min/km. En el km 4 pasé a los globitos naranjas y al poco tiempo les perdí de vista. Los kilómetros se sucedieron mientras nosotros corríamos por Villalba y alrededores (por cierto, el paisaje era imponente, ¡qué sitio más bueno para correr!). Así a lo tonto llegué al km 14 yendo a alrededor de 5 min/km o ligeramente por debajo. Ya pensaba yo que hasta podría bajar mi tiempo de 1:45, cuando empezó una subida de la que ya no me acordaba (la había visto en la página de la carrera, donde se mostraba el perfil, pero de eso hacía ya tiempo). Y vaya si sudamos la gota gorda para no bajar el ritmo. Y vaya si bajó... Cambié mi objetivo de no bajar el ritmo por el de que no bajara mucho.

La cosa iba en picado y yo iba viendo que acumulaba a cada kilómetro alrededor de treinta segundos adicionales. A cada subidilla nos animaban los espectadores con que era la última cuesta. De las distintas ocasiones en que me dijeron esto, vi que al final fue de verdad alrededor del km 17. Un kilómetro más tarde se me ocurrió mirar para atrás y, ¡ups! Ahí estaban los globitos naranjas que había perdido de vista trece kilómetros más atrás. O me espabilo o no mejoro mi tiempo. Los globitos naranjas iban pisándome los talones, y yo me imaginaba a mi "yo" del pasado corriendo a su lado arrebatándome a mí mismo mi tiempo. Así que hubo que apretar un poco. Pero al final pasé la meta en 1:48:23, es decir dos minutos antes que en la media maratón de Lisboa que hice hace dos años. ¡Objetivo conseguido! Y bien contento que estoy.

Os dejo con la foto de mi llegada a meta.



Mi agradecimiento a D, que a pesar de su deteriorado estado físico de aquel día, se esforzó por llevar a cabo su campaña de apoyo logístico lo mejor que pudo (cuando en realidad el que necesitaba el apoyo era él...¡!).

domingo, 20 de marzo de 2011

¡Primavera!

La primavera comienza oficialmente en menos de cuatro horas, a las 00:21 del 21 de marzo (hora central europea). Esta es la primavera astronómica, que se dice, y está bien esta referencia porque cuando los límites entre una cosa son difusos (muchas veces lo son), hay que marcar un punto en el que se cambia de una cosa a otra. Y qué mejor momento para indicar el inicio de la primavera que aquel en que el día y la noche tienen la misma duración...

Pero para mí, en esta parte del mundo, la primavera auténtica comienza cuando florecen los almendros. Este año me sorprendieron una vez más: el pasado 24 de febrero regresaba a casa montado en Rocinante, cuando pensé «caramba, ya deberían de estar a punto de florecer los almendros». Entonces levanté la vista y vi que... efectivamente, ya estaban en flor.





Aunque para mí la primavera tiene el pequeño inconveniente de la alergia y el asma, estos son males menores comparados con la alegría de ver la naturaleza resurgir con energías renovadas.

¡Feliz primavera a todos!