Un blog personal sobre el carril bici que une Tres Cantos con Madrid y Colmenar Viejo.

martes, 3 de marzo de 2009

El efecto sonajero

Había pensado en titular a esta entrada «El efecto sonajero».

Mirando en el google me he enterado de que hay quien usaba ya este término antes de que se me ocurriera a mí. Al parecer se conoce como efecto sonajero al fenómeno por el cual un ciudadano extracomunitario que está pagando una hipoteca se las pira dejándole el marrón al banco. Se llama así al parecer por un pseudocalco del inglés (jingle mail), debido a que cuando el hipotecado en cuestión está sobando en el avión camino de su ciudad natal, le deja las llaves a un primo, un cuñado, o al gato, que se presenta en el banco para declarar el marrón, haciendo sonar las llaves cual sonajero.

Bueno, pues no es este el efecto sonajero del que quería hablar yo, no. Se me ocurrió llamarle así a lo que me ha pasado hace dos días: resulta que entre las distintas cosillas que me quería llevar al trabajo corriendo por el carril bici estaba un bote de vitaminas en grageas. Normalmente las cosas que me quiero llevar al trabajo las llevo en una mochila azul pequeña donde cabe lo imprescindible.

Hasta aquí todo normal. Pero la gracia empieza justo poco antes de salir del portal, cuando comienzo a correr. Resulta que, claro, las vitaminas empiezan a hacer ruido en su bote, dentro de la mochila, debido al meneo que le voy dando a cada zancada. Había previsto que algo de eso sucedería, pero... era mucho más escandaloso de lo que pensaba. Era un sonajero andante, o más bien, corriente.

Pero no me preocupó mucho: al fin y al cabo, la mayoría del recorrido la hago en solitario por el carril bici, sólo haría el ridículo mientras cruzaba Tres Cantos. Y lo hice pero bien.

Fue muy gracioso ver la cara de la gente. Algunos parecían confundidos, como preguntándose de dónde vendría ese ruido «fsss fsss fsss». Me fijé que una chica me miraba con cara rara, como quien dice «y este tipo ¿por qué hace este ruido mientras corre?».

Sin embargo, esto del sonajero tuvo un «efecto» insospechado. El ruido de las vitaminas iba marcando mi ritmo muy bien. fsss fsss fsss... Alcancé un ritmo muy bueno, corriendo más rápido de lo que suelo correr habitualmente por este recorrido. Y se notó al final, porque hice mi mejor tiempo entre Tres Cantos y la Universidad: 46:34.32. Hacía un mes que no lo mejoraba (lo cual es bastante si tenemos en cuenta que llevo haciendo este recorrido dos meses), y bajé 37 segundos mi tiempo del 5 de febrero.

¿Casualidad? No lo sé, pero ayer y hoy, sin sonajero, he tardado bastante más que esos 46:34. Todo será probar a ver, porque con un único ejemplo no se puede hacer estadística. Habrá que ver qué puede más, si mis ganas de experimentar o mi sentido del ridículo...

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Eynar; he estado leyendo tu blog y me ha parecido gracioso y curioso :D

Lo he encontrado, porque vivo en Madrid (Alfonso XIII) y estudio en la UAM... Y estoy harta del gasto de gasolina que supone ir y volver todos los días... Además, estoy fatal comunicada con el transporte público.

En fin, un desastre; así que como soy una chica deportista había pensado en ir en bici todos los días.
Pero no encuentro gente que lo haya hecho, ni si puedo ir desde mi casa; o si tengo que coger el metro y salir desde otro sitio..
Desconocimiento absoluto, vamos.


Si pudieras ponerte en contacto conmigo y darme algún tip del recorrido, te estaría muy agradecida.

Pd. te escribo esto como comentario, porque no he encontrado tu mail en el blog!

concharomerojimenez@gmail.com

Gracias!

Eynar Oxartum dijo...

Hola Concha,

muchas gracias por tu mensaje. Es verdad que no tengo puesto mi correo en el blog, tengo que corregir eso. Ahora estoy ocupado, pero te contesto mañana o pasado.

Me alegro mucho de que estés motivada para ir en bicicleta a la UAM. Yo hubo un periodo en que lo hacía casi a diario desde Islas Filipinas, lo cual está a una distancia más o menos equivalente. Bueno, ya te cuento con detalle por correo ;)

Anónimo dijo...

Hola Eynar, estaba buscando un camino (probablemente inexistente) entre Tres cantos y el CBM (sí, somos compañeros de curro, también estoy haciendo el doctorado!) y he encontrado tu blog...
Me das mucha envidia con tus carreras mañaneras, estoy pensando en mudarme a Tres Cantos para poder imitarte:-), con la bici, eso sí. A ver si me animo de una vez y busco algún piso compartido...
Tengo una pregunta: ¿no hay mucho humo en el carril bici? la verdad es que el trazado es patético, pegado a la autovía...:-( este país no tiene solución. Aunque espero que el tráfico se reduzca drásticamente en breve...
Bueno, un saludo, y espero verte por ahí!
Jesús

Eynar Oxartum dijo...

Hola Jesús,

pues es muy fácil ir entre Tres Cantos y el CBM. Eso sí, no es lo más cómodo del mundo, ni está señalizado, así que hay que conocerlo, pero tienes tres opciones: una al norte (puente + camino de tierra), otra a la altura de la estación (por la calzada) y la otra el puente peatonal verde del sur (hay otro puente rojo más al sur). A mí me ayudó el google earth. Quizá más adelante lo explique con más detalles.

Pisos compartidos en Tres Cantos hay muchos, porque las casas son por lo general grandes, con tres o cuatro habitaciones. El mejor medio para encontrarlos es mirar en las paradas de autobús, como hice yo. Cambian casi todos los días. Si no encuentras una habitación en Tres Cantos (raro sería) también hay buena comunicación para bicis con Alcobendas/San Sebastián de los Reyes, aunque no lo he probado personalmente.

Y contaminación... No lo he notado especialmente. Es cierto que la carretera está al lado, y el ruido no es muy romántico, pero como es en medio del campo el aire no se ve tan afectado como pasa con las proximidades a la M-30, por ejemplo.

Ya nos veremos por el trabajo ;) qué gracioso.