Sé que no está fotoshopeada, porque la veo prácticamente cada mañana cuando voy a Madrid a trabajar. Me voy sumergiendo en los sutiles, intocables, difuminados e indefinidos límites de la boina. Sé que en El Goloso estoy más o menos fuera. Sé que en Fuencarral estoy decididamente dentro. Si la cosa sigue así, probablemente algún día la boina será tan densa que uno será perfectamente consciente de cuando se mete dentro, igual que cuando uno se mete debajo de la ducha, o se tira a la piscina.
Lo primero que pienso cuando veo cosas como estas es que me he perdido algo, ¿acaso se está rodando una película de ciencia ficción con final apocalíptico? ¿Alguien ha montado un concierto de rock de los ochenta de esos en los que los cantantes salen de una nube de humo?
Por si fuera poco la contaminación que hay que tragar, uno tiene que seguir tragando mientras lee noticias como esta o esta.
Pero en lugar de quejarnos con los amigos en el bar, hay que hacer algo. De entrada por mi parte trato de aportar mi granito de arena tratando de hacer todos mis desplazamientos al trabajo en bici (o, a veces, corriendo), algo que me puedo permitir porque, si bien no estoy cerca, tampoco estoy muy lejos de mi trabajo (no es casualidad, fue una de las razones que me trajeron a Tres Cantos).
Si esto no es suficiente, a una escala mayor en Equo se va a llevar el problema al Congreso de los diputados (noticia que también enlazo desde el banner que he puesto arriba; sustituye temporalmente al caracol midepesos).
Las propuestas son diez, todas ellas interesantes, pero cabe destacar, por la temática del blog, los puntos 5 y 9:
Es decir, que el espacio de los carriles bici sea quitándoselo a los coches de la calzada, y no quitando acera a los peatones (que además, al final lo que se hace son nefastas aceras bici que está demostrado que son más peligrosas de lo que mucha gente piensa).
Inciso: concretamente en Tres Cantos se está haciendo una de estas aceras bici en el paseo central de la Avenida de los Labradores, a cambio de la cual se han talado árboles de unos veinte años para poner especies que de autóctono tienen más o menos lo mismo que ET (como las mimosas, que me encantan, pero son originarias de Nueva Gales del Sur y Tasmania... sólo existe un lugar en el mundo que quede más lejos, Nueva Zelanda).
Y regresando al tema en el que estábamos, esta es la otra propuesta que quería comentar:
Aquí haría énfasis en su uso como medio de transporte, ya que las infraestructuras que se hacen habitualmente son más pensando en el ocio o en el deporte (lo cual no está mal, pero no es lo que urge en nuestras ciudades).
1 comentario:
Lo de Ana Botella tiene gracia. La boina de Madrid es un fenomeno conocido por todos. Por suerte creo que la transicion al coche electrico ocurrira en unos años y acabara con la boina.
Saludos desde Ithaca, donde el aire es limpio, aunque no veo fin a mi doctorado,
Julian
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